DIETA
Una dieta es la pauta que
une el consumo habitual de alimentos. Etimológicamente la palabra «dieta»
proviene del griego dayta, que significa ‘régimen de vida’. Se acepta como
sinónimo de régimen alimenticio, que alude al ‘conjunto y cantidades de los
alimentos o mezclas de alimentos que se consumen habitualmente’. También puede
hacer referencia al régimen que, en determinadas circunstancias, realizan
personas sanas, enfermas o convalecientes en el comer, beber y dormir.1
Popularmente, y en el caso de los humanos, la dieta se asocia erróneamente a la
práctica de restringir la ingesta de comida para obtener sólo los nutrientes y
la energía necesarios, y así conseguir o mantener cierto peso corporal.
La dieta humana se considera equilibrada si
aporta los nutrientes y energía en cantidades tales que permiten mantener las
funciones del organismo en un contexto de salud física y mental.2 Esta dieta
equilibrada es particular de cada individuo y se adapta a su sexo, edad y
situación de salud. No obstante, existen diversos factores (geográficos,
sociales, económicos, patológicos, etc.) que influyen en el equilibrio de la
dieta.
TIPOS DE DIETA
Desde el punto de vista
cultural, y en función del origen biológico de los alimentos, las dietas
humanas contemporáneas pueden ser:
dieta vegetariana: cuando no se consume ni
carne ni pescado. Los motivos por los que se sigue una dieta vegetariana pueden
ser económicos, religiosos, ideológicos, éticos (veganismo), ecológicos y de
salud. Hay diferentes tipos de vegetarianismo. Entre ellos, el en que no se
consume ningún producto procedentes de un animal (vegetarianismo estricto) y
aquel en el que se no consumen productos prodecentes de animales excepto la
leche (lactovegetarianismo), huevos (ovovegetarianismo) y/o miel
(apivegetarianismo).
dieta omnívora: cuando se consumen alimentos
de origen animal y vegetal. Es el tipo de dieta más frecuente en la especie
humana.
dieta carnívora: si los alimentos de
procedencia animal son los predominantes. No es común en la especie humana.
La dieta saludable y
equilibrada
Un aspecto que hay que
señalar respecto a la dieta es que esta es colectiva, es decir, adaptada a las
necesidades y a las características de las personas. Pero en cada etnia se
sigue un patrón regular que es común a casi todos los individuos, de tal manera
que se configura una dieta típica de una sociedad o cultura. Un ejemplo es la
que se conoce popularmente como dieta mediterránea, atribuida al estilo de vida
seguido en algunos países de la costa mediterránea. No obstante, para que
cualquier dieta se considere saludable y equilibrada, se debe basar en el
consumo irregular de una amplia variedad de alimentos. La razón es que no
existe un único alimento que contenga todos los nutrientes necesarios. Es
importante tener en cuenta que para llevar a cabo una dieta saludable no se
debe de excluir ningún tipo de nutriente, y debe de ir acompañada de un régimen
de actividad física para tener óptimos resultados y ser saludables cada día.
Para que la población tenga una referencia sobre las pautas dietéticas más
apropiadas con el fin de alcanzar y mantener un adecuado estado de salud,
ciertos organismos o instituciones públicas proponen unas guías y objetivos
dietéticos.9 En tales guías se suele recoger unos recursos gráficos, basados en
la clasificación de los alimentos según sus características nutricionales
predominantes, que facilitan la elaboración de una dieta equilibrada. Ejemplos
de estos recursos gráficos son la pirámide alimentaria o la rueda alimentaria.
En la tabla 1 se recoge las recomendaciones propuestas para la población
española con objeto de que su dieta sea saludable.
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