RECOMENDACIÓN
NUTRIMENTAL
El valor óptimo o
deseado de suministro de un nutriente determinado siempre se encuentra por
encima de su requerimiento real. La recomendación nutricional con todas las
adiciones en relación con los requerimientos reales se corresponde con la
cantidad de un nutriente determinado que en diferentes condiciones ambientales
y en todas las posibles situaciones de la vida es capaz de facilitar un óptimo
o normal funcionamiento del metabolismo del ser humano. Mientras que el
establecimiento de los requerimientos nutricionales ha sido obtenido mediante
la realización de ensayos bioquímicos, fisiológicos o clínicos, el
establecimiento de las recomendaciones nutricionales responde más a fines
prácticos y tiene un enfoque meramente poblacional.
Como ejemplos
pioneros de recomendaciones nutricionales para grupos poblacionales se toman
siempre las primeras existentes establecidas por la Liga de las Naciones en el
año 1938 y la primera edición de las Recommended Dietary Allowances de EE.UU.
en el año 1943, las cuales cumplieron funciones de hilo conductor en consejería
nutricional en conexión con la defensa nacional en esos años. Las guerras y las
limitaciones alimentarias de diverso tipo contribuyeron de forma significativa
al desarrollo del establecimiento de recomendaciones nutricionales al nivel
internacional.
Las
recomendaciones para el suministro de alimentos al ser humano deben reflejar
los resultados obtenidos u observados por vías experimentales y clínicas y no
deben ser solo un ejemplo de justeza estadística o de buenos resultados
epidemiológicos, sino que deben reflejar lo más exactamente posible, la
necesidad real cuantificada de la cantidad de alimentos a suministrar para
cubrir los requerimientos exactos de cada nutriente para el ser humano.
Los campos de
aplicación y la capacidad de dictamen de las recomendaciones nutricionales para
la población son los siguientes:
La planificación
de una alimentación que cubra requerimientos nutricionales.
La producción
alimentaria y el abastecimiento nutricional de diferentes grupos de población.
La orientación en
la toma de decisiones sobre el abastecimiento nutricional.
La calificación
de datos de consumo de alimentos.
La valoración de
la oferta nutricional en relación con las necesidades fisiológicas.
El desarrollo de
nuevos productos en la industria alimentaria.
El etiquetado de
alimentos que contenga informaciones nutricionales.
La estructuración
de guías alimentarias para la población.
El desarrollo de
programas de formación en nutrición y alimentación.
En el tema de
recomendaciones nutricionales son de uso común los conceptos siguientes:
Suministro
dietario recomendado (RDA): es la ingestión dietética diaria promedio de un
nutriente suficiente para abastecer los requerimientos de 97,5 % de los
individuos sanos de un grupo particular de edad y sexo de la población.
Ingestión
adecuada (IA): es la ingestión dietética diaria promedio basada en
aproximaciones o estimaciones observadas o determinadas de forma experimental,
del nivel de ingestión de nutrientes en grupos de personas aparentemente sanas,
el cual se asume es adecuado y que se usa cuando no se puede determinar la RDA.
Requerimiento
estimado promedio (REP): es el nivel de ingestión dietética diaria promedio que
se estima sea capaz de mantener los requerimientos de la mitad de los
individuos saludables de un determinado grupo de edad y sexo.
Niveles seguros y
adecuados de ingestión (NSA): en años anteriores se había establecido este
término cuando las evidencias existentes eran suficientes para establecer un
rango de requerimientos, pero insuficientes para la estructuración de una recomendación
propia. Esta categoría, junto con la observación de mantener para los
oligoelementos el nivel máximo en el rango de seguridad apropiado, se mantuvo
en las recomendaciones desde 1985. Porque la vitamina K y el selenio han
avanzado ya desde este nivel a recomendaciones establecidas, se movieron a la
tabla principal de recomendaciones nutricionales. Se ha considerado que el
establecimiento de NSA para sodio, potasio y cloro era difícil de justificar y
solo se estimaron los “requerimientos mínimos deseados” para esos electrólitos.
Sodio de 120 en los primeros 6 meses de vida a 500 mg/d en el adulto, potasio
de 500 a 2 000 mg/d para los mismos grupos y se consideró que 3 500 mg/d de
potasio podían reducir la prevalencia de hipertensión y afecciones cardiacas.
Requerimiento
estimado de energía (REE): en el caso particular de energía se establece el
requerimiento estimado de energía, definido como el nivel de ingestión
dietética diaria promedio que se predice sea capaz de mantener el balance
energético de un adulto saludable de determina edad, sexo, peso, talla y nivel
de actividad física, el cual a su vez, es consistente con un buen estado de
salud. En niños, mujeres embarazadas y que lactan, el REE se establece de forma
tal que incluye las necesidades asociadas con la deposición tisular y la
secreción de leche materna a un ritmo consistente con la buena salud.
Niveles máximos
de ingestión tolerable (IT): es el nivel máximo de ingestión dietética diaria
promedio que se propone sin riesgos ni efectos adversos para la salud de casi
todos los individuos de una población. Cuando la ingestión sobrepasa este
límite, se elevan los riesgos para la salud.
Las
recomendaciones para la ingestión de energía y nutrientes para el ser humano
han sido periódicamente revisadas y actualizadas por los Comités de Expertos de
FAO/OMS/UNU, por el Consejo de Alimentación y Nutrición de EE.UU. (FNB/USA) y
por los comités nacionales de alimentación y nutrición de diversos países. Las
informaciones más recientes de estos grupos datan de los años 20043 y 2002.4-8
Las más recientes
recomendaciones de energía y nutrientes se caracterizan en líneas generales por
las modificaciones o innovaciones siguientes:
Grupos de edades:
como el pico de masa ósea no se alcanza hasta los 25 años, el grupo de edades
de 19 a 22 se ha extendido hasta 24 años.
Pesos de
referencia: los valores de peso corporal para el establecimiento de
recomendaciones habían sido situados en los años 70 en un valor arbitrario
ideal; estos fueron sustituidos en 1989 por el valor de la mediana de los
valores de peso y talla de los adultos de referencia de cada grupo de edades de
la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES II)9 de EE.UU. y en el 2002
por los valores de la encuesta NHANES III (Johnson CI, Wright JD. Third National Health and
Nutrition Examination Survey (NHANES
III), 1988-1991, unpublished data on B vitamins intake from food. National
Center for Health Statistics, Center for Disease Control and
Prevention:USA;1997). La
Organización Mundial de la Salud ha establecido valores de referencia de peso y
talla para diferentes grupos poblacionales.10 En Cuba se dispone de valores
establecidos por el Grupo Nacional de Crecimiento y Desarrollo del MINSAP.11
Una alternativa razonable ha sido recientemente propuesta para el caso
particular de las recomendaciones de energía, que se basa en la selección de
valores de talla y el valor de peso ideal para esa talla, con el objetivo de
alcanzar un índice de masa corporal (IMC) que se encuentre dentro de los
límites aceptables (18,5-24,99).
El
establecimiento de REEs para 4 niveles de gasto energético.
Actividad
física.3 Paralelo a las recomendaciones de energía alimentaria, se han
establecido en el año 2004 recomendaciones de niveles a desarrollar de
actividad física, para el sostenimiento de la salud y la disminución del riesgo
de enfermedades crónicas.
El
establecimiento de RDAs para carbohidratos dietarios y proteínas.
El desarrollo de
definiciones de fibra dietética, fibra funcional y fibra total.
El
establecimiento de ingestiones adecuadas para fibra total.
El establecimiento
de ingestiones adecuadas para ácido linoleico y ácido α-linolénico.
El
establecimiento de rangos aceptables de distribución de macronutrientes como
porcentaje de la ingestión de energía para grasas, carbohidratos, proteínas y
ácidos linoleico y α-linolénico.
El estimado de
nuevos factores de conversión de carotenoides provitamina A, a equivalentes de
retinol.
Definición de
antioxidante dietario.
Similares
recomendaciones de vitamina E y selenio para adultos de uno y otro sexos.
Diferente
recomendación de vitamina C para hombres y mujeres basadas en distinta
composición corporal.
Establecimiento
de requerimientos de vitamina E basados solo en niveles de α-tocoferol.
Utilización de
los equivalentes dietarios de folato para establecimiento de sus
requerimientos, requerimientos diferenciados para hombres y mujeres y
recomendación especial para el folato proveniente de alimentos enriquecidos.
Recomendación del
uso de alimentos fortificados o suplementos de vitamina B12 con vistas a cubrir
los requerimientos.
Elevación de las
ingestiones adecuadas de calcio y fósforo y de las recomendaciones
nutricionales de magnesio.
Nuevas
recomendaciones para la ingestión de colina.
Establecimiento de
RDAs para cobre y molibdeno.
Establecimiento
de nuevos niveles máximos de ingestión tolerable para vitamina A, vitamina C,
vitamina E, niacina, vitamina B6, vitamina D, fólico de alimentos fortificados,
colina, calcio, fósforo, magnesio, selenio, flúor, boro, cobre, yodo,
manganeso, molibdeno, níquel, vanadio y cinc.
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